EL ACTOR Y SUS PERSONAJES: RECONOCER NUESTRO CENTRO Y SUS POSIBILIDADES CREADORAS

         
 
                     
                                           DE LA FUERZA AL PODER

    El ser humano empoderado ni obliga ni se obliga, no rinde cuentas a ninguna creencia, no se ata a ningún de sus personajes y siente la libertad de ser él mismo, porque vive desde su propio corazón.




                    ABRIENDO LA PUERTA A NUESTRA ESENCIA

     El miedo es el guardián que hemos puesto custodiando la puerta que nos conduce a nuestro paraíso interior, en el cual desde siempre ha vivido una parte de nosotros conservando nuestra auténtica identidad; la otra parte está en lo que llamamos vida, experimentando creencias y personaje, escenificando dramas, viviendo aventuras y desventuras ...
      El miedo se ha encargado de hacernos invisible la puerta, de ayudar a olvidarnos de que tras ella vive nuestra otra parte. Sin embargo, algo está ocurriendo, un susurro empieza a llamarnos en nuestro interior, su voz nos es familiar, su llamada es irresistible, tanto que estamos dispuestos a enfrentarnos al guardián, a nuestros miedos, a apartarlo de la puerta y a abrirla.
    Nuestro caminar a este lado, en dualilandia, nos ha desgastado, hemos conocido cosas como la enfermedad y hemos intentado huir de sufrimiento para volver a caer en él. Ahora, con la muleta de nuestros dramas, caminamos hacia nuestro jardín, sabemos que en él recuperaremos la salud y también nuestra alegría incondicional. Allí nos espera nuestro niño interior para recordarnos que todo ha sido un juego.
    Ante nosotros aparece una vida muy diferente, una vida con la puerta abierta, en la que podremos seguir viviendo nuestras aventuras terrestres, ahora sintiendo en todo momento nuestra auténtica identidad. Hay nuevas creencias y papeles para nuestro ego, pero esta vez son todos transparentes a la luz de nuestro corazón, a la cual ya no se puede interponer ninguna puerta.
    ¡Ah, por cierto, al vigilante lo hemos jubilado, dándole las gracias y una generosa pensión por los servicios prestados! Sin él no hubiésemos podido experimentar las injusticias y su sabiduría: la compasión. 




       
NO TEMAS A TUS DESEOS MÁS ATREVIDOS …

       Cuando un deseo lo llevamos al corazón y se impregna de su pureza, se libera del juicio de nuestros personajes y nos es devuelto como lluvia fresca de abundancia para nosotros mismos y para los demás: nuestro deseo se ha tornado sabio y ya no puede hacernos daño, camina más allá de las normas éticas y morales, de las represiones que muchas veces no obligan a ponernos máscaras; ya no es un deseo en estado de necesidad, sino un anhelo que da dirección a nuestra creatividad.
       Querido lector, no temas a tus deseos más atrevidos, simplemente apártalos de tus juicios y pásalos por el corazón ¡Te sorprenderá el resultado! 



    
   
             LA AMISTAD MÁS ALLÁ DE LOS CONSEJOS 

   Un amigo, de corazón, es un guardián de nuestra grandeza; nos la recuerda cuando caemos en las profundidades de nuestros miedos... alumbrándonos con nuestra propia luz depositada en él, sin necesidad de emplear sus consejos
  
       
  

    
   
 
                                         EL EGO EMPODERADO

      A nuestro auténtico corazón nada le puede herir, su esencia es inalcanzable para el dolor, atacarlo sería como pretender romper el vacío. Es, a la vez, nuestro centro de poder, de sensibilidad y de sabiduría.
      Cuando se dice me han roto el corazón  nos estamos refiriendo  a un sucedáneo desde el cual vivimos y fabricamos los dramas, creado por el ego para paliar la soledad que vive al sentirse desconectado de la luz de nuestro verdadero corazón. Esta desconexión es debida a que las creencias que habitamos son opacas a esta luz, las creencias de los Nuevos Paradigmas del Conocimiento son traslúcidas y permiten iluminar nuestro ego, haciéndole sentir permanentemente seguro y eliminando su necesidad de crear dramas: es el ego empoderado.
           


   
                      DE LOS SENTIDOS AL SENTIR Y VICEVERSA

  Cuando olemos y miramos flores vivas y frescas algo florece en nuestro interior, una música silenciosa llega a todas nuestras células que cantan e invitan a que todo nuestro cuerpo baile. Se ha puesto en marcha, por pura resonancia, nuestra propia belleza, la prueba es que la danza continúa aunque cerremos los ojos y dejemos de oler.
    Con nuestra imaginación podemos conseguirlo sin la presencia física de las flores, basta sentir el jardín interior dejando que sus aromas impregnen la mente y los sentidos. Si lo hacemos descubriremos que nuestros sentidos también funcionan al revés: de adentro a afuera. De esta manera nos convertimos en flores para los demás. ¿Te apetece probarlo, sentir  y ofrecer al mundo tus propios aromas y colores … ?
     
   
           
  
            LA ALEGRÍA DEL CORAZÓN ES INDESTRUCTIBLE

            A salvo de dramas, de traumas, de desilusiones, de violencias, de enfermedades …  se encuentra nuestro auténtico corazón, guardando en su interior la fuente de la eterna alegría. Aprender a conectar con él es el camino que nos conduce a vencer cualquier dificultad sin necesidad de luchar. Abrirlo a la vida libera nuestra alegría al mundo, llenándolo de nuevos colores.
           Cuando su alegría sin límites conecta con nuestra mente las ideas adquieren levedad y flotan por encima de nuestros problemas, trascendiéndolos; por eso vivir desde el corazón es lo más bello y práctico.
                                                                                                                                        


      
                           ¿QUIÉN DIRIGE NUESTRA ORQUESTA?

    Cuando tomamos una decisión, ¿dónde en nuestro interior se origina la respuesta? ¿Deciden nuestras creencias, nuestros miedos, nuestras máscaras, nuestros prejuicios, nuestras necesidades  …?  ¿La decisión tomada nos niega a nosotros mismos …?
    No nos han educado para hacernos estas preguntas y sin embargo son las que nos pueden llevar al camino más sabio, el de mayor felicidad. Esto tal vez es así porque nuestra enseñanza no apunta a la felicidad, sino a satisfacer un modelo de sociedad, sobre el cuál tampoco nos han dicho que tenemos el poder de cambiarlo. En definitiva, hemos sido educados para ser habitantes del mundo, pero no sus creadores.
    ¿Quién queremos que dirija nuestra vida? Podemos darle la batuta a quien realmente conoce y reconoce todas nuestras partes, a quien está más allá de las conveniencias de una determinada cultura, a quien ningún juicio daña, a quien tiene depositada nuestra esencia … al centro de nuestro verdaderos ser. Pero …  ¿cómo lo reconoceremos más allá de los personajes que habitualmente interpretamos?  El camino haciaa él no está en nuestros pensamientos, ni en nuestras emociones, sino en nuestro sentir más profundo, aquél que cuando lo experimentamos sentimos levedad y poder a la vez. Cuando nos abrimos a su música la batuta sabe dirigir a la orquesta que nos compone sin ni siquiera pensar en su siguiente movimiento, la orquesta es una  … y su melodía es nuestra vida.

   
   
               
      

   CAMBIAR A NUESTROS PERSONAJES, LA FORMA MÁS SENCILLA DE ACABAR CON NUESTRAS DEPENDENCIAS DE TODO TIPO

  La mejor forma de quedar atado a una persona es hacer algo en su lugar que ella pueda hacer perfectamente por sí sola. Sostener a alguien en su papel termina generando una tensión de la que tarde o temprano terminaremos culpando a otros. ¿Por qué lo hacemos entonces …? La razón está en los papeles en estado de necesidad emocional que representamos y con los que nos solemos confundir. Nuestra esencia no son esos papeles, podemos cambiarlos y seguir siendo nosotros mismos.
   Como nuestra educación nos ha hecho identificar con el papel que representamos, cuando éste se torna insoportable  o incluso enferma nuestro cuerpo recurrimos al psicólogo o al médico, pensando que nos pasa algo malo y que necesitamos su ayuda para solventarlo. No tiene sentido curar a un personaje cuando podemos simplemente dejar de representarlo. Cuando el ser humano asuma esto dejará de hacer de la enfermedad también una dependencia.
   
 

 

  HACIA UN EGO NUTRIDO POR EL CORAZÓN Y UNAS RELACIONES SIN DRAMAS

  Cuando contemplamos a un bebé sentimos algo muy diferente de cuando lo hacemos a una persona con cualquier otra edad; no necesitamos ninguna máscara para relacionarnos con él, nuestras defensas se retiran y no hay obstáculos a ser nosotros mismos.
   Al ir creciendo vamos desarrollando personajes, que toman el poder en nuestras relaciones, sin ellos serían imposible los dramas y las tragedias. Pero el ser humano es mucho más que los papeles que interpreta; es posible aprender a relacionarnos de corazón a corazón, traspasando las barreras y las necesidades de nuestros personajes. Se trata de habitar creencias que sean transparentes a la luz de nuestro corazón, lo cual permitiría nutrir a nuestro ego con ella, de esta manera no tenemos necesidad de apartar al ego para poder sentir nuestro ser,  y no son necesarios años de meditación y pruebas iniciáticas para llegar a ser uno mismo y regalar nuestra presencia a la vida.
   El ser humano es mucho más que lo que vemos con los ojos de la mente, nuestra esencia sumerge a nuestro cuerpo, lo impregna, y se expande a todo el universo. Te invito a sentirlo la próxima vez que contemples a un bebé … o tal vez a ti mismo en el espejo.


 
  
   
                                       LA GRANDEZA DE LO PEQUEÑO

    La fuerza bruta puede desplazar, pero no tiene la capacidad de conmover. Las personas somos capaces de grandes proezas cuando antes nos hemos movido por dentro … hacia nuestro centro, el corazón.
    Lo grande vive la ilusión de poder acabar con lo pequeño, pero es tan inútil como pretender romper átomos con un martillo, sólo conseguiríamos desplazarlos. El pequeño al que me refiero es aquél que esconde su grandeza detrás de su humildad, confundiendo al grande en su prepotencia.
     El pequeño, como una semilla, encierra su grandeza, esperando el momento en el que la vida le dé la oportunidad de brotar en el corazón  de los grandes…  entonces, los grandes descubren la grandeza de lo pequeño… 




 
  
                                VIVIR SINTIENDO NUESTRA MÚSICA 

     Más allá de los personajes que solemos interpretar en nuestra vida cotidiana, de nuestros argumentos defendiendo nuestras creencias, de los juicios en los que nos encarcelamos, de los miedos a los que nos encadenamos … existimos en nuestro corazón. Desde él  podemos crear nuestra propia música, nuestro sentir, e impregnar todos nuestros pensamientos, emociones y acciones con ella. Entonces ya no nos tendremos que preocupar por ser auténticos, cada persona con la que nos encontremos nos reconocerá por la melodía que escuchará en nosotros. Nuestra mirada proyectará nuestras notas a todo el universo y éste resonará como la mejor sala de conciertos.
     Tocar nuestra música puede ser una metáfora para nuestra mente, pero es una gran realidad en nuestro sentir. ¿Qué te parece ir ensayando …? Verás como, poco a poco, tu propio cuerpo te pedirá que la interpretes, porque se habrá convertido en su mejor y más sabroso alimento. 

  
   

 
  
          ASOMÁNDONOS AL PODER DE NUESTRA ALEGRÍA

     El miedo sólo nos puede dominar cuando renunciamos a nuestra alegría. Hay una forma muy sencilla de quitar el aire de un vaso: llenarlo de agua. Con el miedo pasa lo mismo, para librarnos de él hacemos terapias, recurrimos a maestros espirituales, leemos libros de autoayuda … recorremos, en definitiva, un largo y difícil camino, y nos consolamos pensando en lo mucho que podemos crecer en él, combatimos al miedo centímetro a centímetro, luchando contra nuestros pensamientos negativos. Pero hay un modo más sencillo: verter la alegría de nuestro corazón sobre nuestra mente, como el agua en el vaso, la alegría desplazará al miedo sin esfuerzo.
      Nuestra educación nos dirá que esto no es posible, ya que no puedo estar alegre si tengo miedo, es lógica su postura. pues no ha sido creada para descubrir la fuente inagotable de alegría que hay en nuestro corazón. Esta fuente no se ve alterada por los dramas que vivamos en nuestra mente, puesto que existe más allá de la dualidad.
     El único trabajo que hay que hacer para llegar a esta fuente, centro de nuestra propia esencia, consiste en abrir una ventana en nuestras viejas creencias, y permitir que por ella entre la alegría en nuestra mente … con todo su poder de inocencia. ¿Qué prefieres, querido lector, el largo camino o asomarte al poder de tu alegría …?

 

    
             

  SI EL JUEGO NOS ABURRE  …  ¿POR QUÉ CONTINUAR …?

   

      Mientras estamos en un juego hay que seguir las normas, si nos empieza a aburrir no tiene sentido quejarse, basta con dejar de jugar. En la vida muchas veces olvidamos esto y no nos damos cuenta de que, en el fondo, el malestar que sentimos es debido a que estamos aburridos de interpretar siempre los mismos papeles, hasta el punto de que estamos perdiendo nuestra auténtica identidad a fuerza de habitarlos constantemente.

    En la mayoría de los casos estos papeles parecen haber surgido de la nada, no tenemos consciencia de haberlos creados; es como si alguien hubiese enterrado unas semillas en nuestro jardín sin permiso y, luego, nos sorprendemos ante la presencia de algo que no hemos plantado. Sin embargo, en no pocas ocasiones, podemos descubrir papeles similares en nuestro árbol genealógico,  es como si determinado frutos se repitiesen en él.

   Cuando tomamos consciencia de todo esto estamos en el camino de poder escribir el guión de nuestra vida, liberándonos  de las ataduras del árbol, esto no es incompatible con honrarlo. De la misma manera que un adolescente no puede entrar en la madurez sin conquistar su independencia de los padres, un ser humano no puede sentirse el dueño de su vida sino trasciende su árbol genealógico, es decir, si no deja el juego de las herencias de personajes.



   

   

   

  
LIBRÁNDONOS DE NUESTROS ESTADOS DE NECESIDAD

  Todos empleamos personajes sustentados por nuestro ego y sus creencias. A través de ellos nos relacionamos, generando tanto las situaciones agradables como los conflictos. Si somos  conscientes de ello y aprendemos a observarlos, sin juicios, podremos evitar convertirnos en sus esclavos.
   Los orígenes de estos personajes son múltiples: heredados de nuestro árbol genealógico o directamente de nuestros padres, provenientes de roles sustentadores de nuestra sociedad, establecidos por necesidades emocionales de las que no somos conscientes …  Se sustentan a través de nuestra presencia y atención, si se las retiramos son como globos desinchados, pierden todo su “volumen”.
   La educación recibida hace muy difícil que nos percatemos de que existimos detrás de los personajes que interpretamos, nuestra enseñanza siempre ha ido dirigida a fomentar sólo  los personajes admitidos por nuestra cultura y no a revelar la presencia del  actor. Las creencias que hemos ido desembarcando en la mente los han ido nutriendo, dándoles poder.
   Los personajes de victima, por ejemplo, pueden dar la impresión de desamparados, pero poseen una enorme fuerza: la de hacernos sentir culpables si no cumplimos con su voluntad. Todos hemos visto situaciones en las que una persona domina a otra y nos hemos preguntado cómo lo consigue: para que dos personajes queden enganchados en una relación venenosa  es imprescindible que la relación esté basada en  sus respectivos  estados de necesidad, estos actúan como dos cargas, una positiva y otra negativa, su propia naturaleza crea la irresistible fuerza de atracción. Por eso, la clave para mejorar nuestras relaciones está en ser conscientes de los estados de necesidad que generan los personajes que interpretamos; sólo de esta manera podemos de dejar de ser sus juguetes.
   Los conflictos que se repiten en nuestra vida pueden ser el líquido revelador que haga visibles a nuestra mente consciente nuestros personajes limitantes.
  Los personajes los necesitamos, el ego no puede expresarse sin ellos. El reto está en aprender a vivir desde el actor y, así, poder elegirlos e incluso crearlos a voluntad. Si queremos crear personajes libres de estados de necesidad debemos recurrir a la parte de nosotros que vive más allá de estos estados: nuestro corazón. Precisamente por eso es importante ir en pos de nuestros sueños, pues los auténticos siempre nacen en nuestro corazón, si les somos fieles nos iremos librando, poco a poco, de nuestros estados de necesidad.
   
En la imagen un fotograma de la película  “ ¿¡ Y Tú qué sabes ¡?” en la que se nos invita a ir más allá de nuestros personajes limitantes.





 
     
               AMAR A LA FAMILIA SIN QUEDAR ATADO A ELLA

     Hemos oído muchas veces la expresión “miembro de la familia”, sin pararnos a pensar en la profundidad de estas palabras.  Si aceptamos ser sólo un miembro de nuestra familia, nuestras decisiones estarán destinadas  sólo a  servirla.
   De entrada nos puede parecer que no somos en absoluto sirvientes de nuestras familias, pero si observamos con más detalle nuestro árbol genealógico, descubriremos que éste, en su sabiduría,  ha ido distribuyendo una serie de papeles que se complementan entre sí y que además se han ido repitiendo en su esencia a lo largo de las generaciones. Es normal no creerse esto, puesto que en nuestra educación ni se mencionó un hecho de tal relevancia, por eso es importante comprobarlo uno mismo, investigar entre sus familiares, vivos o fallecidos, interrogar a nuestros abuelos, tratar de desvelar secretos de familia  … Si hacemos este estudio sin juicios hacia las personas, con verdadero espíritu científico, podremos llegar a entender el papel que hemos estado interpretando y su relación con el de los demás miembros de la familia. A partir de aquí, empezaremos a gozar de la libertad de seguir interpretándolo o cambiarlo.
    No nos debe preocupar abandonar nuestro papel, pues la propia sabiduría del árbol hará una nueva distribución de papeles para el resto de la familia en la que estará incluido el nuestro, si estima que éste sigue siendo importante para su supervivencia.
    Abandonar un papel que ayuda a configurar a toda la familia tal como es, no significa que hemos dejado de amarla, la libertad nunca es incompatible con el amor, sino todo lo contrario. El problema normalmente surge de la interpretación que hagan del hecho  los demás miembros, pero  esto es una oportunidad para nuestra propia evolución como seres libres, ya que nos invita a adquirir un compromiso para alcanzar la cima de sentirnos los creadores de nuestra vida.
      Para poder dejar un papel antes tenemos que haber creado otro, pues los seres humanos nos relacionamos a través de ellos, es uno de los requisitos de nuestro ego. Ser más que un miembro de la familia implica todo un trabajo personal, en el que es imprescindible descubrir las alas de nuestra creatividad, porque son ellas precisamente las que nos van a permitir volar más allá de nuestro nido … 
    ¿Qué te parece ser más que un miembro de tu familia, poder volar a otros mundos y visitarla después con maravillosos regalos… ? Después de todo,  ¿qué es un árbol sin pájaros … ? 

  
     
   



                          PERSONAJES ESPERANDO SU DESPERTAR

     Dentro de nosotros, más allá de nuestra mente consciente entretenida en los devaneos de la dualidad,  aguardan  su encarnación maravillosos personajes. Habitan en el mundo de los sueños esperando su despertar.
    Nuestras creencias y hábitos limitantes impiden este despertar, pues nos ocultan estas obras maestras: los personajes que en otras dimensiones de la consciencia hemos creado. Es cierto que no los podemos reconocer como nuestros en la mente consciente, pero la unión de la imaginación y el sentir es el puente  que nos permite el paso a ese otro mundo que también nos pertenece; en él nacen nuestros sueños y los personajes que nos ayudarán a hacerlos realidad.
    El ego necesita personajes a través de los cuales expresarse; un ego empoderado es capaz de colaborar en su creación, porque está conectado conscientemente con nuestra esencia. Esta conexión, como en un ordenador,  necesita de los programas adecuados, de creencias cuya amplitud de miras permita acceder a nuestra sabiduría interior,
    Hasta ahora hemos habitado personajes que hemos confundido con nuestra propia naturaleza, cuando en realidad respondían a necesidades familiares y culturales, este simple hecho ha provocado  manipulaciones capaces de llevar a los seres humanos a locuras como las guerras.
      Ahora, en un nuevo despertar de la humanidad, podemos acceder a personajes más allá de la dualidad y de los enfrentamientos, personajes que por fin pueden representar papeles acordes con nuestro corazón y sus sueños. ¿Te apetece ir en su busca, descubrirlos a través de tu imaginación y sentir … ? Puede que te parezca una locura, pero … ¿no es mayor locura seguir con personajes que van contra nuestro sentir más profundo …? ¿Te animas a este despertar de corazón …?
    

   

                     SEMBRADORES DE NUESTRA PROPIA ESENCIA

      Si andamos con el corazón abierto las semillas de nuestras acciones florecerán, dejando un rastro de nuestro aroma en torno al camino. Los que luego lo recorran disfrutarán de nuestro perfume y sentirán que ellos también pueden regalar sus flores.
        Dejarse llevar por el corazón forma parte de nuestra esencia. Las culturas, las tradiciones familiares, todo tipo de creencias y los personajes que construímos para el ego no son más que el vestido multicolor con el que cubrimos esa esencia. Ahora, podemos elegir un ropaje que permita a nuestro aroma salir a nuestra vida cotidiana y, así, dejar su rastro allí por donde pasemos. ¿Qué te parece ser sembrador de tu propia esencia …? 



     

 CONVIRTIENDO EN  COTIDIANOS LOS ENCUENTROS ÚNICOS  
  
     Cuando dos seres humanos se sienten antes que pensarse  y se miran con los corazones desnudos de todo juicio, descubren uno en el otro la inmensidad que les habita;  ya no estamos ante el mero encuentro entre dos personas, sino ante dos universos de potenciales y amor que comparten su luz creando un instante único.
    En este instante, los personajes que cada uno interpreta en su vida cotidiana desencarnan y se convierten solo en sombra del auténtico ser. Ya libres de sus papeles de dualidad descubren que en realidad son como dos islas separadas por el agua, que dejan al descubierto su conexión íntima cuando el mar que las circunda desaparece, es el mar de los egos que crea la ilusión de islas.
    ¡Bendita esta ilusión que permite el goce del reencuentro y la vivencia de experiencias diferentes, que enriquecen a la humanidad!
     Los personajes que interpretamos nos sirven para experimentar la vida en sociedad, hasta ahora era incompatible encarnarlos y vivir momentos mágicos como los descritos; por eso se recurría a la meditación para apartar al ego y con él a los “molestos “ personajes. Esto ha sido debido a que los personajes nos venían impuestos por creencias de todo tipo y origen, y no nos permitían vivir según nuestro auténtico sentir.
    Ahora, sabiéndolo, podemos imaginar personajes que sean traslúcidos a la luz de nuestro corazón, empezar a ensayarlos en nuestra vida cotidiana para ir acostumbrando al ego a su presencia y finalmente alcanzar, así,  una vida desde el sentir y no desde las creencias.
    ¿Qué te parece ir imaginando personajes que vistan a  tu corazón, pero que a la vez permitan que su brillo no quede oculto tras ellos …? Hará falta practicar mucho, pero el premio es nada menos que hacer posible lo aparentemente imposible: convertir en cotidianos los encuentros únicos.
  
    
  


        MAESTRO Y ALUMNO DE TUS PERSONAJES, UN CAMINO A LA ARMONÍA EN “CLASE”


     Imagínate que te sientas frente a los personajes que interpretas en tu vida cotidiana y los observas sin ningún tipo de juicio, simplemente con la idea de conocerlos, de comprenderlos, de averiguar qué buscan con sus comportamientos, de preguntarte qué les mueve a crearte conflictos…  Ahora, contémplalos desde el sentir de tu corazón, aprovechando su mirada amorosa y sabia.
     Después de todo esto estás ya  preparado para convertirte en su maestro, enséñales a amar la vida y a no temerla, a buscar sentido a su existencia, a encontrar sus dones, a mirar a los compañeros sin juicios … y tantas y tantas cosas que un maestro de corazón puede enseñar y despertar en sus alumnos.
     Una vez formados, descubre en tu esencia los motivos por los cuales son compañeros de viaje en tu camino, dale sentido a su presencia en tu vida. Tal vez están ahí para que descubras tus sueños y puedas cumplirlos …
     Míralos con admiración, pasa tu vista sobre cada uno de ellos, siente como cada par de ojos te ilumina, te hace vibrar por dentro … es el momento en el que un auténtico maestro se doctora, convirtiéndose en un alumno más de la clase.
    Comprendes que todos sois uno, porque compartís un solo corazón, a partir de ahora en vez de ir cada uno por un lado y hacer de la vida algo difícil y conflictivo, formaréis un equipo con coherencia, armónico, capaz de escuchar la melodía de los sueños, que habéis venido a disfrutar y a entregar a la vida… 

En la imagen un fotograma de la película “Rebelión en las aulas”, en la que el maestro, desde el coraje de su corazón, logra algo que sus compañeros creían imposible: educar a unos alumnos dados por perdidos. Su secreto: saberles mirar desde el corazón y tener la humildad para doctorarse con ellos como maestro.
       
   


  
 LA ESCUCHA INOCENTE, UNA PUERTA HACIA NUESTRA VERDADERA IDENTIDAD



      Cuando conversamos normalmente no dialogamos, en su lugar se produce  una intento de manipular al otro generado por los estados de necesidad de los egos. La causa de esto suele estar en el hecho de que hemos cedido nuestra identidad a los personajes que interpretamos y. por lo tanto, no nos podemos permitir el lujo de escuchar más allá de ellos. Servimos a los personajes en vez de al revés.
      Sólo sintiendo nuestra identidad más allá de los personajes podemos verdaderamente dialogar, cambiar de opinión  no supone en este caso ningún riesgo  y ponerse en lugar del otro tampoco.
     Este parlucheo entre personajes nos lleva a repetir las mismas conversaciones una y mil veces, esperando que el otro se doblegue ante nuestra opinión, cuando en realidad lo único que conseguimos es reforzar unos papeles que intentan mantener en pie nuestras “falsas” identidades.
       Nuestra auténtica identidad está en el actor que interpreta los personajes, a salvo de cualquier opinión sobre nosotros o el mundo. Para llegar a sentirla en una conversación tenemos que ser conscientes del personaje que estamos encarnando y también del que está empleando nuestro interlocutor. Con atención y práctica podemos llegar a generar nuestra propia técnica, con esto tal vez no logremos un auténtico diálogo, pues no depende sólo de nosotros, pero sí podremos llegar a alcanzar una escucha inocente desde el silencio de nuestra auténtica identidad.


  

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