TRASCENDIENDO LA EXPERIENCIA: CONSEGUIR LO "IMPOSIBLE"


   La verdad no se puede deducir de la experiencia, pues ésta  depende de nuestra mirada, es decir, de las creencias desde las que vivimos y creamos esa misma experiencia. La verdad está relacionada con la inocencia, por eso tenemos la sensación de tocarla cuando miramos a un bebé. Sólo desde la inocencia podemos ser auténticos, la culpa nos desconecta de nuestra esencia, de la verdad  que late en nuestro corazón.
  Querido lector: ¿cuántas veces te has engañado con la experiencia ...? Si la experiencia fuese sabiduría en sí misma nuestros ancianos serían felices. Una experiencia sin la "Sabiduría de la Ignorancia" conduce a la cárcel del "esto es lo que hay".

Erin Gruwell fue a parar a una escuela en la que todos estaban atrapados en la experiencia de "esto es lo que hay"; pero supo encarnar la "Sabiduría de la Ignorancia" y desde su inexperiencia como maestra y su inocencia de corazón consiguió lo "imposible": liberar a sus alumnos de la cárcel de lo que habían sido sus experiencias cotidianas, abriéndoles la puerta a un futuro sin las cadenas del pasado.


    Necesitamos sentir una luz inocente que ilumine nuestro camino desde nuestro interior y no la luz cegadora de nuestras experiencias traumáticas. La experiencia puede ser un buen libro de consulta, pero no sirve como brújula en los caminos frescos y novedosos del corazón, en los pasos hacia un futuro por estrenar.
   Adulterar la vida no es más que querer hacer de la experiencia un lugar tan seguro que termina convirtiéndose en nuestra propia cárcel, es el desequilibrio del adulto por excelencia y con el que pretende hacer "madurar" al adolescente, sin darse cuenta que la vida plena requiere contar en todo momento con la sabiduría de todas las edades
   ¿Qué te parece ir más allá de la experiencia, de la cárcel del adulto, y empezar a conseguir lo "imposible" ...?